martes, 18 de junio de 2013

¿Aliado u obstáculo?. Combatiendo el Miedo Escénico

Hombre en estado de pánico
 Una de las situaciones mas comunes y que mas literatura arroja en las artes escénicas es el denominado "miedo escénico".
 
Fisiológicamente se percibe un alto nivel de sudoración, cambio del ritmo cardiaco, malestar, dolor de cabeza y a nivel cognitivo congestión mental, expectativa de fracaso y un exceso de auto exigencia.

En principio no es algo anormal o inusual, sobre todo cuando te inicias en la actividad musical, pero puede llegar a ser patológico si al final se convierte en una constante que te impide desarrollarte en toda su plenitud.

Ahora bien a pesar que instintivamente lo relacionemos con las artes, ¿solo se produce en estos entornos?.

Repasemos, estudiantes que se enfrentan a exámenes, profesionales que realizan  exposiciones y presentaciones en publico, proyectos que se deben de presentar y defender ante nuestros clientes. Como vemos cualquier actividad que implique un estar delante de otras personas puede dar pie a que surgan estos síntomas que si no sabemos controlar pueden dar al traste con un trabajo de meses.

Se ha escrito mucho y con solo buscar en la red “miedo escenico” dispondremos de artículos de sobra para satisfacer nuestra curiosidad mas exigente; sin embargo me gustaría dejar cuatro pinceladas sobre lo que debemos de tener en cuenta para que ese “miedo”, que siempre surge, si llevamos la lección bien aprendida sea un punto de atención y no un lastre que nos hunda en el fracaso.

Trabajo constante. La preparación y las horas de dedicación a la actividad en la que estemos inmersos es básico para poder llegar a la presentación con un buen porcentaje de éxito conseguido, no se puede improvisar ni dejarlo para el ultimo momento,  hay que estar a gusto y sentir que controlas el proyecto, la ponencia o la partitura, para poder estar relajado y cómodo.

Conocer el entorno donde se va a realizar la presentación. Para mí es importante, no siempre se puede pero si hay oportunidad es bueno pisar tablas antes para irte ambientando y que el entorno te sea conocido, si vamos a exponer comprobar que los elementos funcionan, proyector, ubicación de la mesa donde vayamos a estar y si nos vamos a mover de un lado a otro comprobar que no haya escalones que no tengamos en cuenta y demos un bonito espectáculo de acrobacia.

No es un examen. Básico, la gente que va a verte si es una actuación espera disfrutar de la música, del arte y si es una ponencia a aprender y a contrastar información, no va a una "Master Class", va a adquirir información, conocimiento y sensaciones. Por tanto si hay fallos o errores, nunca hay que mostrar el mas mínimo gesto, se continua, se sigue relajado se miran notas o se echa un vistazo a la proyección en la que nos apoyemos y seguimos, sin mas.

No te exigas más de lo que realmente puedes dar. Normalmente buscamos la perfección y esperamos la presentación o la actuación magistral, precisamente ese exceso de exigencia puede ser un condicionante que desluzca el resultado final. Cierto que hay gente que lo podrá hacer mucho mejor que nosotros, tampoco es cuestión de presentar algo mediocre; al final se trata de hacer el mejor trabajo dentro de nuestra capacidad y aptitud, ni mas ni menos.


La "moviola" y el análisis de los resultados viene después nunca durante. Cuando acabamos, cuando nos relajamos y la tensión del momento pasa, es justo cuando debemos de analizar lo vivido escuchar los comentarios y percibir las sensaciones de los que nos han acompañado. En ese análisis posterior es cuando podemos ver nuestros errores y carencias y estudiar la manera de corregirlos y de mejorar, es una carrera de fondo siempre lo comento, y cada paso cuenta para evolucionar y adquirir nuevas habilidades, en busca de esa excelencia que siempre deseamos y anhelamos.

La experiencia es un plus, pero no es el pilar fundamental, quizás quien me lea en estos instantes este comenzando en estas lides artísticas y profesionales, si te sientes inseguro si no sabes bien por donde enfocarlo, apóyate en gente que lleve mas tiempo y que te sirva de publico, ensayar las presentaciones ante dos o tres personas de confianza te hará coger tablas y te servirá de entrenamiento, y como decía una afamada película de Alan Parker, “la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar”, estamos en un proceso de aprendizaje continuo y todo suma.



¡Ah!. Por muchos años que pasen y experiencia acumules, el hormigueo y la sensación de "mariposeo" en el estomago siempre la llevas contigo, pero en cuanto das la primera nota o inicias las primeras frases la sensación desaparece; señal de que todo marcha bien ¡hasta la próxima!



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