domingo, 27 de enero de 2013

"Whatsappeando" voy, "Whatsappeando" vengo



Granja de Switches
Fuente: http://openphoto.net
Hace ya unos meses, me inicié en la aventura de escribir en un blog de una manera harto casual y gracias al ofrecimiento de Joaquín Requejo, de colaborar en su blog surgió un artículo en el que, en estilo biografico expresaba mis inicios en las mismas.



Al finalizar el artículo comentaba que no me pidiesen el Whatsapp ya que por aquel entonces no tenía dispositivo alguno que me permitiese su uso, de hecho mi teléfono sigue siendo uno que hace honor a su propósito, sirve para llamar y recibir llamadas por no hacer no hace ni fotos.

El caso es que al escribir las últimas letras de ese mi primer artículo, reconozco que el gusanillo de la envidia me invadía, no tanto por la aplicación en sí, sino por ese atractivo misterioso que poseía el hecho de que todo el mundo a mi alrededor a su vez se sentía magnetizado por el invento en cuestión.

No se si por casualidad o por aburrimiento de ver, que a pesar de decirme a mí mismo, que tampoco era algo del otro jueves mientras miraba de reojo a los poseedores del misterioso tesoro de los móviles del momento, este año en el zapato me dejaron un paquetito en forma de Tablet.

La sorpresa fué mayúscula y por supuesto el aparatito abría un mundo de posibilidades que hasta el momento a mi parte investigadora, le habían sido vetadas. Así que con total inocencia después  de abrir el paquete pregunté. ¿Donde esta el manual de la Tablet?.

Las carcajadas de los que se encontraban a mi lado en ese instante, creo que sonaron allende Pirineos y a coro dijeron: ¡No tiene!. Asi que tenía delante un aparato sin instrucciones, con posibilidad de usar aplicaciones, conexión a redes sociales, correo y youtube. Mi Sagitario se revolvía de gusto en mi interior, ¡un reto y un mundo por explorar!.

Fuente: http://www.morguefile.com/

Inicié, por tanto la tarea de domesticar a ese cachivache tecnológico y despues de un rato de mira por aquí y toca por allá le conecte a la wifi. Tenía la puerta abierta a Internet y por tanto estaba en disposición de iniciar el viaje en pos de mi gran pieza, el WhatsApp.

La descarga se hace directamente desde la pagina de whatsapp para dispositivos android, donde especifica que no soporta dispositivos tablet, pero como estaba de experimentación no dude en iniciar el proceso de instalación. El proceso en sí no plantea problemas, una vez descargado el instalador ejecutas el mismo y despues de los consabidos siguientes te pide el numero de movil para enviarte el codigo de activacion. Una vez recibido el whatsapp estaba activo en la tablet.

Ahora venía lo práctico del asunto, tendría que saber como se buscaban los contactos con los que “whatsappear” y claro, que yo supiese nadie tenía en sus tarjetas de visita mi whatsapp es tal o cual, por otro lado aquí no habia una SIM donde estaban los contactos asi que de algún modo debería de decírselo, pero ¿Cómo?.

Al abrir el whatsapp me encontré con que ya tenía algunos contactos disponibles para el “whatsappeo” que casualmente tenía en mi libreta de contactos del gmail y como al activar la tablet habia dado mi cuenta de correo, pues, blanco y en botella, ¡Whatsapp se alimentaba de los contactos del Gmail!.

El resto ya fue pura rutina, añadir los teléfonos con el prefijo del país a los contactos y empezaron a aparecer como setas en la lista de Whatsapp.

Fuente http://openphoto.net


Ahora la tablet tiene su sitio en la maleta cuando salgo de viaje, tiene activas las aplicaciones para redes, algun lector de libros y cuando viajo, tanto  en las estaciones de tren como hoteles me dedico cual gambusino a buscar zonas wifi para poder conectarme a la red, que si bien están abiertas no son gratuitas ya que te redirigen a páginas de prepago, donde debes de introducir los datos correspondientes para poder tener acceso a la red de redes.

Ultimamente al preparar el equipaje, siempre me termina aflorando  una sonrisa, parte de ella va llena de cargadores de los diferentes cachivaches tecnologicos que me acompañan y segun la voy preparando recuerdo cierto articulo  que sobre maletas, viajes y chachivaches electronicos escribio Pilar Perez Baz, entre otras cosas por que al final esos cachivaches, sin quererlo o quizas queriendolo aunque no lo admitamos, nos acompañan y terminan siendo un elemento mas a incorporar en nuestras vidas y que han ido adquiriendo la misma importancia que los demas elementos que usamos a diario.


Y sobre la importancia que damos a esos elementos y la influencia social que ellos adquieren en nuestro comportamiento diario, podríamos hablar largo y tendido, pero eso formará parte de un nuevo artículo en el blog, hasta entonces sigo explorando las posibilidades móviles y “whatsappeando” por la vida, aunque no os confundais, por que realmente sigo siendo un usuario de las redes sociales.

domingo, 20 de enero de 2013

Transmitiendo mensajes, rompiendo barreras

Avión en vuelo
Fuente: http://www.bancodeimagenesgratis.com/




Cuando asistes a eventos de índole profesional o cultural, después entras en un proceso de asimilación de la información recibida, organizas y clasificas dicha información y de algún modo realizas un ejercicio de moviola sobre los acontecimientos vividos en ese evento.
Por un lado guardas la información relevante para ti que no sabes cuando la tendrás que usar pero que forma parte del bagaje con el que viajas por la vida y por otro lado recuerdas los momentos de, como se dice ahora “networking” o como se decía antes de conversación y tertulia, con el resto de asistentes al mismo.
 
En el último al que asistí, el centro neurálgico de las ponencias era la comunicación a través de las redes sociales y la transmisión del mensaje, la accesibilidad de los elementos tecnológicos para que dicho mensaje llegue a nuestros interlocutores, en definitiva comunicación, algo tan antiguo como el propio ser humano y precisamente uno de los detalles que me dejo el evento en sí fue, que en la rueda de preguntas, una de las asistentes comentó que no había percibido mensaje en alguna ponencia, mientras que el ponente indicaba que si había habido mensaje.
Esta anécdota me dejo pensativo, seguramente hubo mensaje, pero, ¿viajo, en planos distintos?. Lo que es evidente es que el mensaje no llegó de el emisor al receptor, en consecuencia, no hubo comunicación.

Envuelto en estos pensamientos me vino a la memoria cierto programa de televisión de los años 70, presentado y dirigido por un naturista que con alto rigor científico, nos transmitía con una gran sencillez la vida y el entorno natural de la fauna ibérica, motivo de dicho programa y me pregunto, ¿realmente somos accesibles a la hora de comunicarnos?. ¿Somos capaces de romper las barreras que impiden que nuestro mensaje llegue de manera sencilla a nuestro receptor?.

Vayamos por tanto a un caso mas cercano a nuestro día a día, ¿que ocurre cuando un posible cliente, se interesa por nuestros servicios?. ¿Y si éste, además no está familiarizado con nuestro lenguaje?.

Lo tenemos claro, a nuestra mente nos vienen de corrido y casi sin pensar la realización de una propuesta de valor, definir el objetivo y el despliegue de una estrategia sobre el proyecto que le vamos a ofertar, como va a obtener un ROI en un plazo razonable e incluso de que manera el coste de su posible inversión va a impactar en el coste final del producto de nuestro posible cliente.

Hasta aquí todo correcto, pero ¿como se lo transmito a mi posible cliente?. ¿Como consigo que mi mensaje llegue hasta él?. ¡Rompiendo Barreras!.


Sabana africana
Fuente: http://www.bancodeimagenesgratis.com/
El medio. No debemos de olvidar que vamos al entorno del cliente, por lo que estamos en su medio natural de trabajo. Aquí empieza un trabajo de campo, ¿Quién es nuestro interlocutor y que posición ocupa en la empresa?.¿tiene web?. ¿Qué información relevante podemos obtener de ella?¿Cual es su actividad comercial?. ¿Hay alguna terminología, proceso, característica de su proceso de manufactura o distribución, que podamos destacar?. No, olvidemos que necesitamos captar su atención y lograr su confianza, por lo que es importante poder hablar en su lenguaje y demostrando que conocemos su sector y negocio, esto nos dará una posición de ventaja respecto a nuestra competencia.

El exceso o la ausencia de deseo. Esta claro que queremos llevar a buen puerto la operación y que deseamos hacer negocio con nuestro posible cliente, pero esto que para nosotros es un acicate, también puede volverse en nuestra contra. Un exceso de deseo, de captar la cuenta, que se manifieste de una manera excesiva en el proceso de la gestión de la oportunidad puede hacer que nuestro interlocutor aprecie no una intención de dar solución a sus demandas, si no mas bien una preocupación por lograr nuestros propios objetivos, así mismo un exceso de indolencia puede dar la sensación de que no estamos interesados en su negocio, por tanto se requiere un equilibrio serio en este punto.

El idioma. Estamos en el terreno de nuestro interlocutor, cuanto mas cercanos seamos a su terminología mas fácil será establecer una comunicación fluida. Esto no significa que debamos cambiar nuestra forma de expresarnos pero si que intentemos acercarnos con símiles fácilmente comprensibles por nuestro interlocutor referentes a la propuesta que estamos presentando.

Centrándonos en la técnica. Normalmente hay aspectos o características de nuestro producto, que nos agradan de manera especial y que si bien, nos pueden ayudar a darle valor, también una ponderación en exceso pueden desviar la atención de nuestro interlocutor e incluso pensar que no tenemos una propuesta compacta, y por tanto que le estamos poniendo una cortina de humo. Pensemos que no estamos proponiendo lo que a nosotros nos gusta en especial, si no que proponemos lo que a su negocio le conviene para mejorar los aspectos en los que nos ha planteado información o asesoría.

La confianza. Durante el proceso de gestión de la oportunidad, vamos a ir necesitando captar información sobre nuestro posible cliente, como se expresa, si podemos ver sus instalaciones nos dará una idea sobre como gestiona su negocio, el ambiente que hay, no nos olvidemos que los "extraños" somos nosotros e inicialmente ellos al igual que nosotros estamos observando, cada detalle cuenta.

Por tanto en las reuniones que mantengamos, la observación del lenguaje corporal de nuestro interlocutor nos dará información de lo que subliminalmente nos transmite, sin que lo esté expresando con palabras.

Todo ello nos irá dando las pautas para establecer un dialogo mas fluido y al final y a la postre poder captar la confianza de nuestro interlocutor tanto en nosotros como en nuestra propuesta.







No son todas las que están, ni están todas las que son. Al final puede que obtengamos el resultado esperado o no, pero esta claro que nos habremos diferenciado de la competencia explicando con rigor, pero con sencillez, nuestra propuesta de la misma manera que el naturista hacía con nosotros en nuestros tiempos mozos.

¿Y tú, solo transmites o también rompes barreras?.
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