domingo, 14 de abril de 2013

Competente vs incompetente. Combatiendo a Peter


ejecutivo ascendiendo
Un tema recurrente en nuestra sociedad, y más en estos días en los que los problemas existentes a nivel mundial, hacen que analicemos con lupa las acciones de los personajes en situación de poder y puestos de dirección, es la mención de la incompetencia manifiesta de tal o cual persona en un determinado puesto de gestión.

Hace poco en una reunión informal surgió de nuevo el vocablo y a mi memoria me vino un principio que a lo largo de mi vida he escuchado de manera constante, el principio de Peter.

Laurence J. Peter fué un pedagogo del siglo XX que se hizo famoso por su principio de incompetencia basado en el estudio de las jerarquías en las sociedades modernas.

Básicamente el planteamiento de su principio, enunciado en 1969, es el siguiente:

“En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse.”

Y como corolario del mismo, deduce los dos siguientes:

  • Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones.
  • El trabajo es realizado por aquellos empleados que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.
Hasta aquí su planteamiento, y como estamos hablando de competencia frente a incompetencia, bueno es traer a colación la definición que la Real Academia Española de la lengua hace sobre el término competencia.:


“Pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado”.

Vivimos en una sociedad jerarquizada, en la cual a medida que asciendes en responsabilidad y cargo vas mejorando en perspectiva, tienes mejor visión de conjunto, al mismo tiempo que pierdes detalle referente a los procesos ordinarios sobre los cuales se basa tu gestión; si leemos el principio tal cual esta enunciado, la conclusión inmediata es que no debemos de buscar el ascenso ya que en ese proceso en algún momento dejaremos de ser competentes y por tanto es mejor no evolucionar, esto es inmovilismo.

Una persona puede ser perfectamente apta en un puesto y sin embargo al ascender a un puesto de coordinación, sentir que fracasa o que se siente incompetente para dicha función.

Por otro lado cuando se asciende a esa persona, puede encontrarse con la situación de que sus compañeros al ascender, ya no le consideren su igual; pero por otro lado, no le consideren jefe o coordinador de su equipo obligando a una situación de tensión donde antes no la había.

¿Es por tanto esa persona incompetente, o por el contrario no dispone de los medios necesarios para ejercer dicha competencia?.

En primer lugar puede ser incompetente por que su perfil no es el adecuado al puesto que se le ha asignado, en ese caso la decisión que tomaron al ascenderle no es correcta; pero eso no significa que su valía profesional manifestada con acierto hasta ese momento haya disminuido.

Tambien puede darse el caso, mediante el cual se le otorga responsabilidad frente al equipo, pero no se especifica claramente esa decisión en el organigrama departamental de la empresa generando que el resto del equipo no entienda su nueva función, a pesar de estar capacitado para ello.



Por contra puede ser una persona adecuada al puesto pero se acomoda en él, lo que en lenguaje coloquial decimos “agarrarse a la poltrona”, basarse en técnicas de organización y mando no adecuadas, y sobre todo perder el estímulo de seguir ampliando y mejorando profesionalmente, dejando de lado esa  formación continua  que necesitamos para afrontar los retos que se nos vayan presentando.

En definitiva, el principio de Peter no es un dogma que debamos tomar al pie de la letra, sobre todo:

  •  Si nos empezamos a alejar del concepto tradicional jefe - subordinado.
  • Si hablamos de equipos de trabajo coordinados, en los cuales cada componente del mismo tenga su función y que el objetivo fundamental sea el proyecto encomendado.
  •  Si somos conscientes de estar siempre en disposición de aprender y de prepararnos para la tarea que se nos encomiende, no dejandonos llevar por la ambición de poder que pueda derivarse de dicha función.
Todo ello permitirá que el famoso principio no sea una máxima en la sociedad actual.



Y para terminar me gustaría destacar un párrafo, del artículo de Ana Alonso, el principio de Peter con el que finaliza la autora, haciendo mención a una reformulación de dicho principio por parte de José Medina en su libro “Dirige tu carrera, no dejes que otros decidan por ti”:

“Todo profesional asciende en la empresa y, si tiene talento, cambia antes de estancarse y de alcanzar su nivel de incompetencia”.


8 comentarios:

  1. Que interesante propuesta!

    Creo que la tendencia a acomodarse en un puesto, puede ser una respuesta a la incertidumbre que reina en el mercado.

    Sin embargo, creo que la necesidad de adquirir nuevas competencias de manera regular, nunca debería morir en nosotros.

    "Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente" y si dejamos de avanzar en nuestras destrezas y competencias profesionales, seguramente nos llevará por el medio la corriente, ¿no te parece?

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    1. Totalmente Joel, ultimamente se habla en varios blog a los cuales estoy suscrito, esa necesidad de salir de nuestra zona de confort, no apoltronarnos y estar dispuestos y predispuestos a una constante busqueda en nuestra formación para conseguir el máximo nivel de calidad en nuestro trabajo.

      Pero como bien apuntas, es un deber del empresariado y del pais, cuidar e invertir en el capital humano del que dispone ya que solo de esa manera podrá avanzar y lograr las metas y objetivos que la realidad nos exige e impone.

      La mayor lacra de un pais es dejar que su mayor tesoro, su capital humano se disuelva hasta desaparecer ya que si no tiene fuerza motriz. ¿Como piensa generar y aumentar su PIB?.

      Buenas noches y gracias por compartir tu comentario dominical en este post. Un abrazo :)

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  2. Ciertamente, todos sabemos de lo que hablas, Joaquín.
    Todos hemos tenido que convivir en alguna ocasión con esos "incompetentes", "acomodados" o, simplemente "no válidos para las tareas que se les han asignado". La presencia de una de estas figuras supone un lastre para el buen funcionamiento del equipo, especialmente si es la persona que lo ha de dirigir.
    Deberíamos conservar siempre ese punto de ambición (pero ambición en el buen sentido), esa motivación por aprender más, esas ganas de avanzar que son el verdadero motor de toda actividad.

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    1. Pues con la motivación que has mencionado me quedo y la subrayo. buenas noches Marta, gracias por tu comentario, buena noche. :)

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  3. ¡Qué interesante tema, Joaquín! ¿Por qué una persona competente deja de serlo?Ademásde todas las razones que expones, yo siempre he creído en el dúo "discípulo-maestro" es decir, que los jefes tienen mucho que enseñar a los subordinados, especialmente a los recién incorporados a un puesto - muchos de los jefes también tienen sus jefes - Esto creo que no sólo se ha perdido,sino que existe una falta de generosidad generalizada que hace que te vean como un peligroso rival, evitando que el "nuevo" aprenda nada de su parte, que se "apañe" como pueda, que para eso le han ascendido. Se corta el flujo de información, se pierde la confianza y llega la inseguridad. Cómo bien dices, debemos ser un gran equipo, no lo olvidemos nunca.

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    1. Excelente reflexión Remedios, el duo discípulo Maestro como medio de transmitir la experiencía, un elemento básico si queremos un buen trabajo en equipo. Gracias por la visita y por el comentario. Buena Noche :)

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  4. Totalmente de acuerdo con todos vosotros. Es bueno tener ambición y aspirar a progresar y crecer aprendiendo, pero sin fecha de caducidad.
    Siempre nos quedará por aprender, y más, en los tiempos que vivimos; por tanto la disposición a hacerlo debe ser una característica indispensable a la hora de considerar un ascenso a un puesto de mayor responsabilidad.
    El que luego responda o por el contrario, se cumpla el principio de Peter… como dijo Pitaco de Mitilene: "¿Queréis conocer a un hombre? Investidle de un gran poder".

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    1. Y el poder siempre muestra al hombre tal cual es. Gracias por tu opinión siempre muy bienvenida. Buena noche. :)

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